octubre 16, 2006

...Dueño del Mundo

Sigo realizando la superposición de las veladuras húmedas tras cuatro capas de color lavado, para dar movimientos visuales al fondo de agua; es otra sesión de trabajo (sobre el cuadro comentado el 23 de setiembre) con un clima soleado que colabora con el secado.
Según las trazas el personaje central (y único) está asentado sobre el punto medio con leve inclinación para que no escape del rectángulo áureo, núcleo de las dispersiones vectoriales que en este caso quedan recluidas por los vaivenes de la filigrana monocromática.
Quien sabe si vale la pena tanto diseño para una sola figura (y tan pequeña); y quien sabe si el ojo casual de los que lo vean, captará estas idas y venidas de carbonilla sobre la tela, antes de la pintura. Si bien el pensamiento no le quita espontaneidad a las pinceladas, a veces pienso que elaboro demasiado a la antigua para una época que sufre de ansias, más que de cautela y observación...

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